martes, 2 de noviembre de 2010

ARTERIA PARA EL SUR


La IIRSA (Iniciativa de Integración Regional Sudamericana) Sur está a punto de ser entregada oficialmente y con ella llega la ansiada integración comercial con el Brasil. ¿Pero estamos preparados para hacer negocios con la octava economía del mundo?, algunos creen que si y otros que no.
Ahora que la culminación de la IIRSA sur es un hecho en la Perú nos percatamos de que actualmente estamos a años luz de la economía brasilera, lo cual produce las inevitables comparaciones, las cuales por supuesto van en nuestra contra, ya sea en beneficios para los pobladores fronterizos ó por la gran diferencia en infraestructura entre las capitales fronterizas Puerto Maldonado (Perú) y Río Branco (Brasil).
Anderson de Aguiar, director ejecutivo de la unidad de gestión de Pro Acre, nos da algunas luces para entender estas diferencias, dice que en Acre (ciudad limítrofe de Brasil con Perú) se han estado preparando de forma exhaustiva para la apertura de IIRSA sur desde hace 11 años y han invertido varios miles de millones de dólares (1800 millones sólo en 2006-2010) para este fin. Mientras que en Perú a pesar que se ha invertido aprox. 1600 millones de dólares, no se sabe hasta qué punto esta inversión será rentable, a pesar de esto se puede rescatar el hecho de que ya se ha logrado exportar a Brasil 22 productos peruanos.
Otra cosa que preocupa es primero la seguridad en la vía, ya que podría llegar a ser usada más como lugar de robos que como carretera de integración económica, en segundo lugar, la deplorable condición de las fronteras peruanas que puede deberse a que Mincetur (Ministerio de Comercio Exterior y Turismo del Perú) no ha invertido en estas zonas, y en tercer lugar, si el Perú está listo para realizar inversiones con Brasil, ya que en el Perú no se tienen los suficientes recursos para satisfacer las necesidades de Brasil y además se corre el riesgo de que la ganancia debido a la IIRSA quede sólo del lado brasileño, dejando al Perú sin una importante fuente de ingresos.
Personalmente opino que el país en general debe ponerse las pilas y prepararse para lo que se viene con la IIRSA, de lo contrario nos podría ir muy mal.

LA SEGUNDA OLA


En los últimos años se ha notado una intensa lucha por comprar y negociar con empresas pesqueras debido a la fuerte alza que experimentó el precio de la anchoveta en los últimos años, por ejemplo, en diciembre del 2009, Luis Falcone, gerente general de Pesquera Centinela, llegó a un acuerdo con la familia Dyer para hacerse de dos plantas que le pertenecían a Corporación Pesquera Inca (Copeínca). La operación no solo reveló que los socios del grupo Romero están decididos a convertirse en un jugador de peso en el negocio pesquero, sino que activó la segunda fase de la ola de compras de plantas y embarcaciones, cuya primera fase se inició en el 2006 y que culminó dos años después con la consolidación de ocho grandes grupos pesqueros. Además esta y otras empresas han seguido comprando y vendiendo mas plantas pesqueras con el afán de expandir su influencia en el país.
Se sabe que el alza que experimentó el precio de la anchoveta (materia prima de la harina), cuya tonelada pasó de cotizarse en US$120 en el 2008 a picos de hasta US$300 en la primera temporada de pesca del 2010 fue la causante de esta reñida ola de compras y ventas. La entrada en vigencia del sistema de cuotas individuales de pesca hizo que los armadores (personas que por su cuenta arman ó equipan una embarcación) mejoraran su capacidad de negociación frente a los industriales y que, en consecuencia, el precio de la materia prima subiera en forma significativa. Razón por la cual las principales empresas pesqueras están comprando a otra para de esta manera poder acceder a una mayor parte de la cuota global de pesca, ya que los armadores poseen el 12%. Además del obvio hecho de que estas empresas también quieren expandirse para tener más ingresos y liquidez.
A mi parecer está bien que se de esta competencia, porque a fin de cuentas y hay más competencia habrán más empresas proveedoras y la población no se verá en aprietos.